La Oferta y la Demanda
Juliana rondaba
diariamente los almacenes y tiendas de una ciudad de Europa occidental, vigilaba
y admiraba jubilosa las multicolores pirámides de frutas, -el orden-, la
variedad interminable de verduras, carnes, legumbres y otros mil artículos de
consumo público.
Deseaba pedirle a los vendedores, amabilidad y cortesía para con los consumidores, repitiéndole siempre con énfasis: "el cliente siempre tiene la razón."
Implementaba, la decoración, la escenografía, el impacto publicitario que permitía mantener en todo momento al cliente activo, satisfecho, con ojos ávidos de consumo. Cada cierto tiempo y en función de la demanda, estudiaba cómo aumentar el grado de penetración de ésta, y diseñaba estrategia de nuevas ofertas; también solía mantener amables entrevistas con los clientes, donde les preguntaba sobre la calidad de los artículos en venta y el trato del personal. Y todos ellos coincidían, en que la mercancía era de primera categoría, que los vendedores eran amables y corteses. Juliana cumplía sus funciones concienzudamente, el resultado de éstas le alegraban y la llenaban de orgullo. (La publicidad, la oferta y la demanda esa era su trabajo, lo más importante de su vida.)
Un día, después de una de estas satisfactorias entrevistas Juliana se sintió atraída por un cliente, que poseía unos ojos amplios, inteligentes, acogedores, que miraba y leía con sumo cuidado las referencias de cada artículo, para luego quedar pensativo mirando hacia la nada.
Tal actitud, le llamó aún más la atención y le despertó un deseo indefinible de seguir mirándolo con esos ojos grandes que se fijaban en todo. Los minutos fueron sucediéndole uno a uno y le extrañaba que no se hubiese dado cuenta de su insistente mirada – pensó con una sensación vaga de disgusto - y decidida se le acercó preguntándole afectuosa:
¡muy buenas tardes
señor! ¿Qué desea, puedo serle útil?
-Mil gracias
señorita, tan sólo deseo decirle, es que este almacén, decorado con serenidad y
parodia. Me parece una farmacia. Leo:
Biofrutas, Bioverduras, Bioyogures, Biozumos, Biocarnes, Biohuevos, Biocosmeticos, Bio, Bio y más Bio.
Dígame usted por favor ¿a los otros alimentos, a las otras mercaderías
que no son Bio acaso no las ha parido la tierra?
Lo que ustedes definitivamente han hecho, es utilizar el término como una herramienta publicitaria en pro de aumentar el tributo del erario ya que las mercancías Bio son mucho más caras.
- Escúcheme usted señor. Mi trabajo consiste en ayudar a satisfacer las necesidades y deseos de todas las personas. Las carencias y deseos siempre son distintos, yo solo le he ofrecido con mucho gusto mi ayuda.
-Le agradezco su interés por ayudarme, pero a lo que usted se refiere es al consumismo, si señorita, a un consumismo que hoy domina el espíritu y la mente de millones de personas, sustituyendo a la religión, la política e incluso a la familia. El consumo compulsivo de bienes es la causa principal de la degradación ambiental.
-Señor usted me está tratando como si yo fuese la culpable del consumismo. Lo que yo entiendo, es que no hay una voluntad política para frenar el consumismo de unos y elevar el nivel de vida de quienes más lo necesitan.
-No, no señorita
usted es solo una pequeñísima parte de uno de los tentáculos de este modelo
consumista que finalmente haría perder las características de ser personas humanas
e individuales para pasar a ser considerados como una masa de consumidores a
quienes se puede
influir a través
de técnicas de marketing, incluso llegando a la creación de "falsas"
necesidades entre ellos. Ósea publicidad engañosa. manteniendo y aumentando la
triste desigualdad del ser
humano.
¡Pero vaya, no se ponga triste! que yo ya tengo suficientes; es que, en realidad, tengo tanto miedo que lleguemos a decirnos: permítame presentarme, mi nombre es Julián, busco una Biomujer, yo soy un Bihombre, tengo una Bioacama, me gustaría hacer el Bioamor y tener un Biohijo.
Entonces le preguntaría: dígame por favor y perdone usted la redundancia: ¿a los otros seres humanos que no son Bio, acaso no los ha parido la tierra?
-No sea exagerado señor, a eso aún no hemos llegado.
-Usted lo ha dicho señorita, a eso aún no hemos llegado.
Actividad
Responde las siguientes preguntas de acuerdo a la lectura:
1.
¿Cuál es (son) la (s) idea central de la lectura? Justifica
2.
¿Cuál era la función de Juliana?
3.
Si tuvieses un negocio ¿contrarías a Juliana? ¿Por qué?
4.
Analiza ¿a quién (es) va dirigida la crítica de señor?
5.
La expresión final ´´a eso aun no hemos llegado´´ ¿Qué quiere decir?
Bibliografía
http://cuentosdemuestrarios.blogspot.com/2008/08/la-oferta-y-la-demanda_25.html
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ResponderBorrar1.una explicacion del marketing y las consecuencias del consumismo
ResponderBorrar2.resolver y ayudar cualquier duda de los clientes sohre los productos
3.si, porque ella teniendo la necesidadmde vender y haciendo,ese tipo de publicidad para vender mis productos
4.a los productores e invercionistaas de esos productos con ese nombre
5.que todavia los productos son organicos y no han sido creados por laboratorios