LA EXISTENCIA HUMANA COMO LLAMADA Y TAREA
Según
el relato antiguo, recogido por Simone
de Beauvoir, el filósofo Cineas preguntó a Pirro:
Cuando
hayas conquistado Grecia, ¿qué vas a hacer? - ¡Conquistaré África! - ¿Y luego?
- ¡conquistaré Asia! - ¿Y luego? – ¡Conquistaré la India! - ¿Y luego?, siguió
preguntando Eneas. – Luego descansaré de mis esfuerzos. - ¿Y por qué, repuso
Eneas, no empiezas ya a descansar ahora?
Se
toca aquí el misterio del hombre, la imposibilidad de que descanse. Hay en él
un ardor secreto que lo impulsa hacia otra cosa, hacia lo nuevo. Ser hombre es
no estarse quieto, no descansar, tener algo que hacer, estar en busca de… Por
eso, se vive la existencia humana como quehacer, como posibilidad de
realizarse, como vocación que cumplir, como llamada a responder. Es un don y
una tarea.
Las
cosas naturales, a diferencia del hombre, están simplemente ahí, fijadas en los
esquemas del instinto y del determinismo. Parece como si realizaran espontánea
y automáticamente su existencia. No tienen perspectivas, ni proyectos, ni
esperanzas.
El
hombre, sin embargo, sólo vive humanamente a través de proyectos, perspectivas
y esperanzas. Por eso hay una pregunta clave: ¿qué hay que hacer para realizar
la propia existencia?
La
fenomenología de la existencia concibe sobre todo al hombre como un ser de
posibilidades, como un sujeto que ha de realizarse por completo, que tiene que
ser. Los caminos de la elección o de la orientación pueden ser muchos, pero no
es posible eludir radicalmente la necesidad de elegir.
Más concretamente, la existencia humana no se presenta en primer lugar como posibilidad o tarea, sino como llamada. Para ser más exactos, hay que decir que se encuentra bajo una llamada que es sobre todo la llamada del otro que quiere ser reconocido como alguien. Ante esta llamada, que contiene indudablemente un aspecto de absoluto, la existencia humana se presenta también como tarea.
Tomado
de: GEVAERT, Joseph, El problema del hombre, Ediciones Sígueme, Salamanca,
200313.
TALLER
1. ¿Cuál es la tesis central del texto?
2. ¿Qué significa que el ser humano no es
un ser terminado?
3. ¿Por qué la imposibilidad de descansar
es un don y una tarea?
4. Según el texto, ¿Cuál es la diferencia
entre el ser humano y, los animales y las cosas?
5. Por qué el interrogante ¿qué hay que
hacer para realizar la propia existencia?, es la pregunta clave.
6. ¿En qué aspectos, “la llamada del otro”
hace parte de mi existencia como llamada y tarea?
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