LA DIFERENCIA ENTRE TENER Y SER
Imagen de Buda |
En una cultura cuya meta suprema es tener –cada vez más-, y en la que se puede decir de alguien “vale un millón de dólares”, ¿cómo puede haber una alternativa entre tener y ser? Al contrario, parece que la misma esencia de ser consiste en tener; y si el individuo no tiene nada, no es nadie.
Sin embargo, los grandes Maestros de la
Vida han considerado la alternativa entre tener y ser como el punto más
importante de sus respectivos sistemas.
Buda enseña que, para alcanzar la etapa más elevada del desarrollo
humano, no debemos anhelar posesiones.
Jesucristo enseña: “porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la
perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará. Porque ¿qué aprovecha al hombre, si se
granjea todo el mundo, y se pierde a sí mismo, o corre peligro de sí? (San
Lucas 9:24-25).
Eckhart |
El maestro Eckhart enseñó que no tener
nada y permanecer abierto y “vacío”, no permitir al ego ser un estorbo en
nuestro camino, es la condición para lograr salud y fuerza espiritual. Marx enseñó que el lujo es un defecto, tanto
como la pobreza, y que nuestra meta debe consistir en ser mucho, y no en tener
mucho. (Me refiero aquí al verdadero Marx,
al humanista radical, y no a la falsificación vulgar que presenta el comunismo
soviético).
ERICH FROMM. Ser o tener.
EL
VALOR SUPREMO ES LA VIRTUD DEL HOMBRE
El discóbolo. Mirón. |
En ninguna obra humana se da muestra de tal firmeza como en las actividades virtuosas: aparecen, en efecto, más firmes incluso que las ciencias; y las más firmes de entre ellas son las más estimadas, porque los hombres felices pasan la vida ejercitándose en ellas con preferencia y con más continuidad. Y ésta parece que es la razón de que, tratándose de ellas, no cabe el olvido.
Se dará, pues, lo que estamos buscando
en el hombre feliz, y lo será durante toda su vida. Pues siempre, o con
preferencia a todas las demás cosas, hará y contemplará las cosas de la virtud
y sobrellevará airosamente los lances de la fortuna, estando siempre en su
puesto, al menos el que es bueno a carta cabal y “cuadrilátero sin reproche”.
Pero como muchos de los sucesos se deben
a la fortuna, y difieren entre sí por su grandeza y pequeñez, es claro que los
pequeños beneficios de la fortuna, lo mismo que sus contrarios, no ejercen peso
en la balanza de la vida. Pero los
grandes y numerosos harán la vida más feliz, pues son por naturaleza como
ornato añadido, y se puede hacer de ellos un uso bueno y honesto; por el
contrario, los males conturban y mancillan la felicidad, porque acarrean penas
e impiden muchas actividades. Sin
embargo, también en medio de estos resplandece la belleza cuando se soportan
con entereza muchos y grandes infortunios, no por infortunios, no por
insensibilidad, sino porque se es noble y magnánimo.
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco.
EL VALOR SUPREMO ES EL CAPITAL
CHARLES MORAZNÉ, El apogeo de la
burguesía
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